"Las momias somos nosotros", titulaba ayer La Gazzetta dello Sport haciendo un juego de palabras con el verdugo del jueves, Egipto, y la pesadez, esos años que no perdonan en las piernas mostrados por una de las peores Italias que se ha visto últimamente, y mira que las ha habido infames. La ironía del titular se torna cruda realidad con sólo echar un vistazo a este dato: 29 años justos. Ésa es la edad media de la azzurra que saltó al campo contra Los Faraones, y eso que, esta vez, la cifra quedó aliviada por la inclusión en el once de dos futbolistas no habituales y que se encuentran entre los más jóvenes del equipo: el vilarrealense Rossi (22) y Quaglirella (26). Si en vez de ello hubieran actuado, como suele ocurrir, Luca Toni y Camoranesi (32 años ambos) la media habría superado ampliamente la treintena.
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sábado, 20 de junio de 2009
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